La
Cartuja de Ara Christi fue el escenario perfecto para el enlace. Las flores, la madera de las mesas, las telas de los manteles, las numerosas velas y los jarrones crearon un ambiente mágico inspirado en un viaje que los novios hicieron a Roma. Ese entorno que recordaba a la Italia más romántica continuó en el claustro descubierto con la cena que sirvió
Gourmet Catering & Espacios. Los novios participaron en muchas de las fases del evento dejando su sello particular en el diseño de la decoración y el mobiliario, porque tan importante es que todo salga bien como que cada boda sea única y exclusiva.
Omery lució un vestido de Luis Rocamora, romántico y elegante, con el que deslumbró, como también deslumbraron las joyas que la propia novia y su padre,
Antonio Romero, diseñaron para la ocasión, unos pendientes en oro blanco con brillantes y una pulsera también de brillantes con dibujo y flores blancas que realzaban la belleza de la novia.
Una velada mágica que tuvo como colofón un resopón muy original, 180 hamburguesas de McDonald’s, recien hechas, que había encargado Jaime para que todos los invitados pudieran recobrar fuerzas y seguir acompañando a los novios hasta el final.